Guardarraya en el Sucre
«Esas miradas maternales de las vacas
me vigilan mientras juego,
mientras busco en sus majadas
los consejos de un amigo, de un viejo indio muscaria
que aparece cuviforme y me llena de luz el alma»
«y ¡ay, qué dolor!
cuando se apague su divina voz
y quede parado ante el sol
con este trauma y son saber quién soy,
dicen que un día hubo una gran explosión»